Las dificultades financieras del grupo han vuelto a poner encima de la mesa la posible venta de activos.
El grupo Prisa ha iniciado el proceso de desmantelamiento de la que fue su apuesta estrella hace apenas tres años, la división digital del grupo, Prisa Digital. Creada poco antes de que desembarcaran en el capital los norteamericanos de Liberty, la aventura supuso la contratación de varios altos ejecutivos del otro lado del Atlántico a golpe de talonario y el lanzamiento de una estrategia muy ambiciosa y centralizada para todas las empresas del grupo que se ha ido diluyendo por distintos motivos, entre ellos la falta de un rumbo claro, la complejidad del grupo, su creciente falta de recursos y el contexto recesivo del país.