La radiodifusión española ha llegado a un punto de difícil gestión: el sector tiene más emisoras ilegales (unas 3.000) que legales (alrededor de 2.000). A esta situación no son ajenas las grandes cadenas, que han ido poco a poco habilitando emisoras sin tener licencia. La Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC), en la que están representados los principales operadores privados, se han propuesto limpiar el espectro a partir de septiembre. El presidente de este organismo y de Onda Cero, Javier González Ferrari, abogó ayer por exigirle a la Administración un “día D” y una “hora H” para el cierre de las piratas. “Pero antes”, advirtió, “tenemos que hacer hacer examen de conciencia y poner orden en nuestra propia casa”.
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